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En la búsqueda de la verdad, es que aparecen miles de formas de encontrarla, sólo encauzaremos la convergencia de nuestros pensamientos para luchar en encontrarla basandonos en los principios en los cuales creemos se fundan las bases de toda sociedad libre

miércoles, 26 de mayo de 2010

La Señora que compone huesos

Al final de una sala, tomando mate se encontraba una abuelita de tez oscura y pelo blanquísimo, en una casa cuya entrada estaba llena de crisantemos y petunias; me acordé de mi abuela por su afición a las flores y a también escuchar la tele con harto volumen. Sentada en ese lugar me invitó inmediatamente a acompañarla.

A los 16 años la Sra Olivia Medina observando a una abuelita que acogió su familia aprendió a arreglar esguinces, torceduras y desgarros, repitiendo el ejemplo de su profesora en ese entonces lo hacia tironeando, torciendo, y flexionando. Luego de pasar un tiempo hospitalizada y con la ayuda de una ayudante del traumatólogo que allí atendía, descubrió que los desgarros no hay que tirarlos y que se conseguía más siendo sutil, y de paso se logra que la gente vuelva con un mejor recuerdo a ser atendida.

La Sra Olivia está muy clara respecto a las restricciones de su campo de acción ya que no ve fracturas ni lesiones mas importantes, esas las deriva a médico.

No tuve que esperar mucho para poder verla en acción, mientras conversábamos sonó el timbre, era día domingo así que podrán suponer el perfil de la persona que entró: jugador de futbol desgarrado.

Pidió agua tibia con sal en un bol y en otro tiesto mas pequeño había una barra verde, que luego me enteré era jabón popeye. Así que sentó al joven siniestrado en una silla, pierna extendida, con el agua tibia humedeció el área cercana a la rodilla, luego para identificar el músculo afectado embetunó sus manos con jabón popeye, por que los de otra marca dejan un rastro correoso que hace mas difícil sentir los músculos y por lo tanto detectar la lesión.

No entendí para que era el agua con sal, así que le consulté: “Para que aprete” me dijo, yo asentí sin entender de que trataba, pero sintiendo que algún motivo tenia que haber, que no era azar.

Así que investigué: El cuerpo tiene una cantidad de líquido y una concentración de sales minerales, el agua con sal se ocupa para restablecer el equilibrio osmótico de la lesión. Una torcedura o desgarro hace que la parte afectada se hinche, es decir se llena de agua perdiendo su proporción entre agua y sales. Lo que hace el agua con sal en el bol, es a través de la piel que es permeable permitir que un tobillo hinchado ceda líquido hacia el bol de agua con sal, haciendo disminuir hinchazón

Fue así que con mucha sutileza fue acomodando el desajuste muscular que para finalizar cubrió con una pasta verde: Huira Sacha, que contiene una planta llamada bella dona, que funciona como analgésico local.

Y cuanto cobra le pregunté, luego de ver, que la mamá del futbolista le pasó un billete de 1.000 pesos. “Naaaada”, me respondió: la gente me da lo que puede, y si no tiene igual no más lo atiendo. Y es que más que un pago la Sra Olivia sabe que ella es una institución, y es que cuando pregunté por alguien que arreglara torceduras cerca de la casa, todos sabían donde vivía, y que la buena voluntad la caracterizaba, pero nadie recordó su nombre.

Lamenta no poder dejarle a alguien sus conocimientos, aunque han tratado sus hijas, no cuentan con esa habilidad, instinto y sutileza que requiere detectar y reparar músculos y tendones. Sin nadie de su familia que cultive esta su oficio, los conocimientos de la Sra Olivia están destinados a perderse en la memoria del tiempo, si es que no nos preocupamos de difundirlos y reconocerlos.

Herencia de la observación y experimentación de generaciones, estas prácticas están muy lejos de ser azarosas o fortuitas. Me parece que ya es tiempo de rescatar devolver el lugar que tenían el conocimiento popular y crear un modelo más integrativo. La medicina moderna se ha centrado demasiado en los síntomas, separando a los individuos en enfermedades: nutricionista, para la obesidad, oftalmólogo para los ojos etc, dejando de ver a las personas como un todo, es ese reclamo el que actualmente se esta haciendo valer en quienes buscan en la medicina una cara mas amable y humana. Un modelo integrador permitiría el tratamiento no solo de los síntomas asociados a una enfermedad sino que averiguar y tratar sus orígenes para un modelo de salud integral, que permita conservar la visión y las prácticas propias de las medicinas tradicionales, populares y naturales, y aprovechar apropiada y simultáneamente los recursos de la medicina occidental cuando el caso y/o la situación lo requiera.

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